Hoy necesito escribir en mi blog, hace tiempo no lo hago, porque no habia tenido el espacio para hacerlo. Cuando escribo me gusta hacerlo con calma y con reflexión no solo por llenar el espacio. Para eso tengo mi facebook y ahora mi twitter. Es ahi donde escupo lo que viene a mi mente velozmente o donde plasmo lo que estoy viviendo en algun momento. Pero este blog no es sólo para anunciar, sino es mi lugar donde atesoro y reflexiono sobre lo que me pasa en la vida y es importante. Muy importante.
Pasado mañana mi niño entra al kinder, será niño Formus.
Es impresionante como en mi vida hay señales que me van diciendo con mucha antelación lo que debo hacer o lo que habrá para mi. Por ejemplo, hace 10 años hice una alianza a la Mater de Schoenstatt y luego lo olvide, hoy me reencuentro con ella y creo que ella me preparó desde entonces para este momento.
Igual con el estudiar francés e irme a Canadá un verano a seguir a un novio hace 9 años, hoy lo que aprendì en esa epoco viene de nuevo a mi para un gran proyecto del que luego escribiré. Y por último el tema de este post, Formus.
La primera vez que escuché hablar de esta escuela fue en 1998, hace doce años. Me fui de misiones con la UDEM y la líder de la frate trabajaba ahí. Recuerdo que me dijo que era una escuela que integraba a las personas, que tenia fuerte acentuación musical y que quedaba por la carretera. No se porque me quedo tan grabada es información. Seguramente mi inconsciente lo tomó para usarlo mas adelante. Hoy.
Cuando entre a la prepa UDEM, empecé a notar que había alumnos muy especiales. Muchachos muy sensibles, con valores, creativos, serviciales, lìderes, auténticos, inteligentes, indagadores, en fin, en verdad diferentes a los demás de manera muy positiva. Y al preguntarles de que escuela venìan, coincidian en esto: Formus.
Formus, escuela totalmente constructivista, cero tradicional, en donde ahora mi hijo se integra.
Estoy llena de emociones, de alegrìa, de miedos, de esperanza, de energìa pues se que empieza una aventura para toda la familia.
Para mi la escuela fue una etapa maravillosa, espero que para ti, mi Emilio también lo sea.
Siempre estarè contigo para acompañarte, para respetar tu proceso, para echarte porras, para admirar tu curiosidad y para aprender de ti.
Te amo demasiado y estoy feliz de regresar contigo a la escuela.
