Jueves 8 del 2006,
5.00 am: Javi se despierta, se baña.
6.00 am: Javi se va al trabajo.
7.00 am: Me levanto, como algo ligero y me meto a bañar.
8.30 Regresa Javi por mi y nos vamos al consultorio.
8.55 LLegamos al consultorio, la recepcionista nos toma los datos y nos pide que esperemos, que el doctor no tarda en llegar.
9.10 Llega el doctor y me pasa. Me pongo la bata y la enfermera me pregunta si estoy embarazada, le contesto que si y que tengo nueve semanas y con una sonrisa en su cara nos felicita.
9.15 Empieza el estudio, yo toda tensa al igual que Javi y el doctor nos hace preguntas: tiempo de embarazo, porque nos hacemos el estudios, si he tenido sangrados, etc. No se puede ver nada a través de ese ultrasonido así que nos dice que es necesario hacer el ultrasonido vaginal.
Veo que el doctor trata de ver algo, yo no distingo nada, solo el saco como el día anterior. El doctor callado, no dice ni una palabra, graba imágenes, pone datos, cambia el enfoque y dura asi como 15 minutos... luego apaga los aparatos y sigue callado y de repente nos dice "Si, en efecto había un embarazo de nueve semanas pero ahora ya no hay signos de vida dentro".
Son las palabras mas duras que me han dicho en toda mi vida......
Ahí acostada, empecé a llorar muy fuerte y a decir "Mi bebé, se murió mi bebé, no puede ser". Sentí como una punzada me daba en el corazón, de esas veces que lloras y que la respiración no te alcanza.
Javi brinco los cables y aparatos que estaban ahí y corrió a abrazarme, llorando demasiado también. El doctor nos veía, seguía callado y luego unos minutos después nos dijo que el bebé habia dejado de crecer una semana atrás y que no había explicación alguna para este hecho y que tampoco se pudo haber prevenido.
En eso suena mi celular era mi mamá, no podía contestar, como le iba a decir que nuestro bebe estaba muerto, ni yo misma podia creerlo. Javi tomo el telefono mientras yo me metía al baño a cambiarme, llorando desconoladamente con el dolor mas fuerte que he sentido en mi vida.
Mi mamá le dijo que iba ya al aeropuerto para venirse a Mexicali a acompañarnos. El doctor nos dejó solos y Javi y yo nos abrazamos un rato, llorando, consolándonos mutuamente, no me acuerdo cuanto tiempo estuvimos así, pero en ese momento me sentí mas unida a él. Compartíamos el dolor más grande, el de perder a nuestro primer hijo.
Aunque para muchos era solamente una ilusión, un sueño, un montón de células o un embrión, para Javi y para mi, era y es y será siempre nuestro primer hijo, a quien amamos desde siempre y amaremos para toda la vida.
Sali sin fuerzas de ese lugar, sin saber que ibamos a hacer, como ibamos a avisarles a los papás de Javi, estabamos sólos en Mexicali. Javi iba manejando con los ojos llenos de lágrimas y le pedi que se orillará, así lo hizo y luego le marco a su papá, le dio la noticia y lo vi llorar como un niño. Luego su mamá nos habló, yo no podía hablar con nadie.
Seguimos rumbo al consultorio de la doctora para que nos dijera que seguía ahora. Yo con mi bebé muerto adentro, seguía acariciandolo a través de mi panza, pensado si el habría sabido cuanto lo amamos. Si el ahora desde el cielo podía ver el dolor que sentíamos y consolarnos un poquito. Lo que vino después es todavía mas duro y no creo poder describirlo, es algo muy nuestro que creo que sólo puede entenderlo quien ha perdido a un bebe que ha deseado tanto, que ha amado tanto como nosotros.
A dos semanas de que todo esto pasó, aún no puedo entenderlo, creo que nunca lo entenderé. Confio en que Dios le tenía una misión que el o ella empezó a cumplir desde que se formó y que seguirá desde el cielo. Se que nos llenó de alegría, de amor, de esperanza, nos unió como familia y nos inundó de fortaleza y fe. No le digo adiós, sino hasta pronto, porque se que el o ella está en el cielo preparandonos un lugar alla y que algún dia nos volveremos a ver.
Beany te amo y te amaré siempre!
Tu mamá!
Wednesday, June 21, 2006
Angelito - Parte 3 - Miedo
En la siguientes semanas seguí cuidandome mucho, comiendo lo necesario, durmiendo mucho y Javi también sentía mucha flojera; el decía que le había pasado los síntomas pero creo que era sólo un pretexto para dormir, quien sabe.
Me tomaba mis vitaminas y leia cuanto libro podía que me explicara como iba creciendo Beany. Que si ya tiene corazón, que ya le salieron los ojos, que pronto saldrán las manos y los pies. Todo era emoción. Ibamos al mall y veíamos todas las cosas que había para bebé hasta para niño y ya queríamos comprar cosas pero no, decidimos tomar las cosas con calma.
Llegó el dia de la revisión de rutina, yo me fui de la casa al consultorio y ahi esperaría a que Javi llegará del trabajo. Me quedé en el carro nerviosa porque no quise entrar sola. Tenía mariposas en el estómago, ibamos a ver el corazón de nuestro bebé latir!
Llegó Javí, entramos al consultorio, la recepcionista avisó a la doctora que habíamos llegado y esperamos sentados en la salita del consultorio. Unos minutos mas tarde, sale la enfermera y nos dice que pasemos. El consultorio de la doctora se compone de muchos cuartos, uno donde te dan resultados de análisis, uno donde está el ultrasonido, otro donde te hacen otros estudios y al final de un pasillo largo, esta la oficina en donde se intercambian dudas e información entre el paciente y la doctora.
Mientras caminabamos por el pasillo, me sudaban las manos, no se porque tenía nervios o emoción, quería y a la vez no, subir a la camilla para que me hicieran el ultrasonido.
Entramos a la oficina de la doctora Elvira Lattanzi, nos saludó e inmediatamente me paso a pesar, tomar la presión y luego al ultrasonido. Había subido 500 gr.
Me acosté, me descubrí el vientre y me pusieron ese gel helado, luego la doctora paso el ultrasonido por mi estomago para ver al bebe.
Luego luego pudimos ver que la bolsita había crecido, el útero era también mas grande, y se veía una manchita blanca que la doctora dijo que era el bebé. Pero no se veía el corazón. En ese momento pregunté medio asustada porque no se veía y la dra trató de tranquilizarme diciendome que aun era muy pequeño, pero yo sabía que no, que ya tenía 9 semanas y que el corazón del bebé podría verse perfectamente en este tiempo.
Me dijo que para quitarnos de dudas, me hicieran un ultrasonido mas profundo, pero en otro lugar porque ella no tenía los aparatos. En ese momento supe que algo andaba mal, traté de aguantarme las lágrimas, pagamos la consulta y salimos del consultorio.
Ahi afuera me quebré y empecé a llorar fuertemente, le dije a Javi "algo le pasó a mi bebé estoy segura". El trató de tranquilizarme pero en mi corazón había una preocupación que no podía quitarse con nada.
Nos fuimos inmediatamente a buscar un lugar en donde me hicieran el ultrasonido pero ya era muy tarde, ya no había citas. Encontramos un lugar a las 9.00 am del día siguiente y ahora a esperar, la noche las larga de mi vida.
Tratamos de dormir pero fue muy dificil conciliar el sueño esa noche...
Me tomaba mis vitaminas y leia cuanto libro podía que me explicara como iba creciendo Beany. Que si ya tiene corazón, que ya le salieron los ojos, que pronto saldrán las manos y los pies. Todo era emoción. Ibamos al mall y veíamos todas las cosas que había para bebé hasta para niño y ya queríamos comprar cosas pero no, decidimos tomar las cosas con calma.
Llegó el dia de la revisión de rutina, yo me fui de la casa al consultorio y ahi esperaría a que Javi llegará del trabajo. Me quedé en el carro nerviosa porque no quise entrar sola. Tenía mariposas en el estómago, ibamos a ver el corazón de nuestro bebé latir!
Llegó Javí, entramos al consultorio, la recepcionista avisó a la doctora que habíamos llegado y esperamos sentados en la salita del consultorio. Unos minutos mas tarde, sale la enfermera y nos dice que pasemos. El consultorio de la doctora se compone de muchos cuartos, uno donde te dan resultados de análisis, uno donde está el ultrasonido, otro donde te hacen otros estudios y al final de un pasillo largo, esta la oficina en donde se intercambian dudas e información entre el paciente y la doctora.
Mientras caminabamos por el pasillo, me sudaban las manos, no se porque tenía nervios o emoción, quería y a la vez no, subir a la camilla para que me hicieran el ultrasonido.
Entramos a la oficina de la doctora Elvira Lattanzi, nos saludó e inmediatamente me paso a pesar, tomar la presión y luego al ultrasonido. Había subido 500 gr.
Me acosté, me descubrí el vientre y me pusieron ese gel helado, luego la doctora paso el ultrasonido por mi estomago para ver al bebe.
Luego luego pudimos ver que la bolsita había crecido, el útero era también mas grande, y se veía una manchita blanca que la doctora dijo que era el bebé. Pero no se veía el corazón. En ese momento pregunté medio asustada porque no se veía y la dra trató de tranquilizarme diciendome que aun era muy pequeño, pero yo sabía que no, que ya tenía 9 semanas y que el corazón del bebé podría verse perfectamente en este tiempo.
Me dijo que para quitarnos de dudas, me hicieran un ultrasonido mas profundo, pero en otro lugar porque ella no tenía los aparatos. En ese momento supe que algo andaba mal, traté de aguantarme las lágrimas, pagamos la consulta y salimos del consultorio.
Ahi afuera me quebré y empecé a llorar fuertemente, le dije a Javi "algo le pasó a mi bebé estoy segura". El trató de tranquilizarme pero en mi corazón había una preocupación que no podía quitarse con nada.
Nos fuimos inmediatamente a buscar un lugar en donde me hicieran el ultrasonido pero ya era muy tarde, ya no había citas. Encontramos un lugar a las 9.00 am del día siguiente y ahora a esperar, la noche las larga de mi vida.
Tratamos de dormir pero fue muy dificil conciliar el sueño esa noche...
Friday, June 16, 2006
Angelito - Parte 2 - Ilusión
No podíamos creer que ibamos a ser papás. Nos venía una alegría enorme, de repente miedo a tanta responsabilidad, ilusión de imaginar como iba a ser, si sería niño o niña, como se iba a llamar, donde iba a nacer, etc. Miles de pensamientos, sentimientos que estaban en nosotros.
Después de medio asimilar la noticia teníamos que pensar como ibamos a compartirla con nuestros papás, yo me pregunté si valdría la pena avisarles aún con tan pocas semanas de embarazo, me daba miedo que algo saliera mal y pensaba que tal vez era mejor esperar a que se cumplieran los tres meses de embarazo para estar seguros que todo estaba bien.
Lo pensamos un minuto y decidimos que no esperaríamos, ibamos a compartir la noticia con la gente que amamos, era una noticia tan grande que no podiamos quedarnos con ella.
Desde ese primer momento acordamos que ibamos a amar a ese bebé con toda nuestra fuerza y todo nuestro corazón, el tiempo que Dios nos lo diera. Así fuera un día, un mes, diez años o la vida entera. Y así fue, nuestra vida dio un giro y nuestro corazón creció para amar a Beany con todas las fuerzas de que eramos capaces. Lo mismo, si Dios nos lo quitaba, pues compartiríamos ese dolor con los que amamos. No hay nada mejor que compartir tu vida con los seres queridos.
Armamos todo un alboroto, en Monterrey quienes dieron la noticia a mis papás fueron nuestros amigos Hector y Dino. Les entregaron una invitacion que decia "Ya voy en camino abuelitos". Les tomaron película y hubo gritos, abrazos, lágrimas esa tarde.
En Mochis, la tia Lupita se encargo de llamar a mis suegros y mi cuñada, puso música tranquila, preparó la cámara y les leyó una carta que Javi y yo redactamos, dandoles la noticia que venía un bebé en camino.
Luego les hablamos a Luis y MaEsther, a la Tita, a la Abu, a Guille y a Oni y a todos nuestros amigos.
Fue como una semana de gritar a los cuatro vienes que seríamos papás.
A cuidarnos, tomar vitaminas, no cargar cosas pesadas, dormir mucho, comer vetegales verdes todo para que Beany estuviera lo mejor que se podía.
Luego la cita con la doctora, ver a la manchita por el ultrasonido, imaginar que iba a crecer en un bebé parecido a Javi, parecido a mi. Wow! esa experiencia no la cambio por nada. Nuestra doctora nos dijo que todo estaba perfecto, vio los análisis y me citó en 3 semanas más para poder ver el corazón latir de Beany. Ya quería que pasaran esas tres semanas. Nos fuimos con la ilusión de regresar pronto a verlo.
Continuará
Después de medio asimilar la noticia teníamos que pensar como ibamos a compartirla con nuestros papás, yo me pregunté si valdría la pena avisarles aún con tan pocas semanas de embarazo, me daba miedo que algo saliera mal y pensaba que tal vez era mejor esperar a que se cumplieran los tres meses de embarazo para estar seguros que todo estaba bien.
Lo pensamos un minuto y decidimos que no esperaríamos, ibamos a compartir la noticia con la gente que amamos, era una noticia tan grande que no podiamos quedarnos con ella.
Desde ese primer momento acordamos que ibamos a amar a ese bebé con toda nuestra fuerza y todo nuestro corazón, el tiempo que Dios nos lo diera. Así fuera un día, un mes, diez años o la vida entera. Y así fue, nuestra vida dio un giro y nuestro corazón creció para amar a Beany con todas las fuerzas de que eramos capaces. Lo mismo, si Dios nos lo quitaba, pues compartiríamos ese dolor con los que amamos. No hay nada mejor que compartir tu vida con los seres queridos.
Armamos todo un alboroto, en Monterrey quienes dieron la noticia a mis papás fueron nuestros amigos Hector y Dino. Les entregaron una invitacion que decia "Ya voy en camino abuelitos". Les tomaron película y hubo gritos, abrazos, lágrimas esa tarde.
En Mochis, la tia Lupita se encargo de llamar a mis suegros y mi cuñada, puso música tranquila, preparó la cámara y les leyó una carta que Javi y yo redactamos, dandoles la noticia que venía un bebé en camino.
Luego les hablamos a Luis y MaEsther, a la Tita, a la Abu, a Guille y a Oni y a todos nuestros amigos.
Fue como una semana de gritar a los cuatro vienes que seríamos papás.
A cuidarnos, tomar vitaminas, no cargar cosas pesadas, dormir mucho, comer vetegales verdes todo para que Beany estuviera lo mejor que se podía.
Luego la cita con la doctora, ver a la manchita por el ultrasonido, imaginar que iba a crecer en un bebé parecido a Javi, parecido a mi. Wow! esa experiencia no la cambio por nada. Nuestra doctora nos dijo que todo estaba perfecto, vio los análisis y me citó en 3 semanas más para poder ver el corazón latir de Beany. Ya quería que pasaran esas tres semanas. Nos fuimos con la ilusión de regresar pronto a verlo.
Continuará
Sunday, June 11, 2006
Angelito - Parte 1 - Alegria
A pesar de tener apenas 8 meses de casados, un día Javi y yo decidimos que estabamos listos para intentar ser papás. Ya meses atrás habíamos ido con la doctora a revisión y a pedirle que nos dijera que vitaminas tenía yo que tomar para que cuando llegara el momento yo estuviera en las mejores condiciones.
Llenos de ilusiónes y esperanzas, iniciamos la búsqueda del bebé... y empezamos a imaginar como sería, a quien se parecería, cuantos hijos tendríamos, todo giraba en torno de esa ilusión.
El primer mes que intentamos, yo estaba segura que me había embarazado, así que fuimos a comprar la prueba casera.
LLegamos a la casa, leimos en instructivo emocionados, me hice la pruba y esperamos los siguientes 3 minutos mas largos hasta ese día. Después entramos al baño, despacio, nerviosos, emocionados. Javi levantó la prueba, tapó la parte de los resultados, la llevamos a la sala, nos sentamos y respiramos profundo antes de mirar el resultado.
Cuando lo vimos, nuestra sopresa fue grande porque era NEGATVIVO.
Desilusionados nos abrazamos y nos dijimos que no era fácil embarazarse al primer intento, que no nos desesperaríamos y que lo internaríamos los meses que fueran necesarios.
Tiramos la prueba y nos pusimos a cenar.
El siguiente mes ya con los pies mas en la tierra, hablabamos menos del tema, deciamos que teniamos que ser pacientes y que cuando Dios lo quisiera nos iba a mandar al bebé.
Pasó un día, dos, tres... vino la Semana Santa y nos fuimos de viaje a Mochis. Pasamos unos dias padrisimos en la playa, con la familia y con Camila.
Regresamos y ya venía el tiempo del siguiente periodo. Yo ya sentía los cólicos que te avisan que pronto te va a bajar así que ni me ilusione de nuevo. De todas maneras Javi me dijo que comprara la prueba para confirmar que no había bebé y que juntos lo supieramos y para que si me empezaba el periodo e n el trabajo no me pusiera triste de nuevo.
Fuimos a Wal Mart a comprar la prueba como si hubieramos ido a comprar un kilo de tomate, osea equis. Llegue ahora yo me hice la prueba, la dejé ahi en el suelo y regresé a revisar mis examenes. A los diez minutos me dijo Javi, que ya era hora, nos levantamos, fuimos a ver la prueba y el la vio primero. Cuando volteó a verme tenía los ojos bien abiertos y soltó una carcajada nerviosa.... me dijo "Que es esto?".... Había dos rayitas en la prueba.
Estabamos embarazados!!!
Nos soltamos a reir de los nervios, nos abrazamos y lloramos, no lo podíamos creer. Esta vez estabamos seguros que no había bebe, sin embargo una vida ya empezaba a formarse dentro de mi....
Continuará
Llenos de ilusiónes y esperanzas, iniciamos la búsqueda del bebé... y empezamos a imaginar como sería, a quien se parecería, cuantos hijos tendríamos, todo giraba en torno de esa ilusión.
El primer mes que intentamos, yo estaba segura que me había embarazado, así que fuimos a comprar la prueba casera.
LLegamos a la casa, leimos en instructivo emocionados, me hice la pruba y esperamos los siguientes 3 minutos mas largos hasta ese día. Después entramos al baño, despacio, nerviosos, emocionados. Javi levantó la prueba, tapó la parte de los resultados, la llevamos a la sala, nos sentamos y respiramos profundo antes de mirar el resultado.
Cuando lo vimos, nuestra sopresa fue grande porque era NEGATVIVO.
Desilusionados nos abrazamos y nos dijimos que no era fácil embarazarse al primer intento, que no nos desesperaríamos y que lo internaríamos los meses que fueran necesarios.
Tiramos la prueba y nos pusimos a cenar.
El siguiente mes ya con los pies mas en la tierra, hablabamos menos del tema, deciamos que teniamos que ser pacientes y que cuando Dios lo quisiera nos iba a mandar al bebé.
Pasó un día, dos, tres... vino la Semana Santa y nos fuimos de viaje a Mochis. Pasamos unos dias padrisimos en la playa, con la familia y con Camila.
Regresamos y ya venía el tiempo del siguiente periodo. Yo ya sentía los cólicos que te avisan que pronto te va a bajar así que ni me ilusione de nuevo. De todas maneras Javi me dijo que comprara la prueba para confirmar que no había bebé y que juntos lo supieramos y para que si me empezaba el periodo e n el trabajo no me pusiera triste de nuevo.
Fuimos a Wal Mart a comprar la prueba como si hubieramos ido a comprar un kilo de tomate, osea equis. Llegue ahora yo me hice la prueba, la dejé ahi en el suelo y regresé a revisar mis examenes. A los diez minutos me dijo Javi, que ya era hora, nos levantamos, fuimos a ver la prueba y el la vio primero. Cuando volteó a verme tenía los ojos bien abiertos y soltó una carcajada nerviosa.... me dijo "Que es esto?".... Había dos rayitas en la prueba.
Estabamos embarazados!!!
Nos soltamos a reir de los nervios, nos abrazamos y lloramos, no lo podíamos creer. Esta vez estabamos seguros que no había bebe, sin embargo una vida ya empezaba a formarse dentro de mi....
Continuará
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