Elisa y su sensibilidad

La anécdota de hoy: 
Fuimos Javi, Elisa y yo a una papelería porque quería comprarse unos marcadores con el domingo que le dio su Tito. Afuera de la tienda estaba una señora de escasos recursos llore y llore, le explica a Javi que habían sufrido un accidente que había perdido dedos de su mano y que su hijo de 2 años estaba muy grave en el hospital, que andaba juntando dinero para una operación etc. 
Elisa se queda impactada de verla, entran a la tienda y decide dejar de comprar una cosa y darle dinero a la señora. De ahí nos fuimos a cenar y estaba suuper callada y sería.
Pasaron un par de horas y ya para dormir, dibuja en una hoja una cruz con la palabra Dios y nos pide que recemos por la señora y por su hijo. Yo no podía aguantarme de llorar, me conmovió mucho ver a Elisa así.
Rezamos y nos pregunta "Creen que el bebé se vaya aliviar? no puedo dejar de pensar en la señora, mamá"
Le dijimos que ella le había ayudado mucho a la señora y que confiara en que todo iba a estar bien.
Ya para dormir dice "Mamá tengo muchas ganas de llorar"...
Pues llora Elisa.. la abrazo y se suelta.
Platicamos después de muchas cosas y pidió que mañana fuéramos al mismo lugar a buscar a la señora para saber cómo estaba su hijo.
Me quedan muchas reflexiones de esto que pasó. La empatía de los niños cuando ven el dolor y la necesidad del otro. Su capacidad de reconocer sus propios sentimientos cuando se les da su espacio. La iniciativa de hacer algo por los demás, desprenderse de lo suyo para ayudar al otro. La fe y la oración que nacieron de ella al ver que no podía hacer más de lo que ya hizo. Y se que pueden salir muchas otras reflexiones más.. No cabe duda, los niños son nuestros maestros, sólo basta ir despacio para poder darnos cuenta.

Elisa 6 años